Wednesday, February 20, 2008

BREVE ANTOLOGÍA DEL LLORO 2

GIOCONDA BELLI
De la trivialidad al llanto

Puedo llorar porque el carro de al lado
ha sonado furioso la bocina,
porque en la fila para pagar las compras
una anciana delante se apoya en una anciano.
Pudo llorar porque en la alameda
Sobre altas grúas hombres de rojo podan las palmeras
y al regreso, en el estacionamiento de la casa,
veo tu carro, sé que no te has ido.
Cosas triviales esos días me tocan
cual si me echaran sal en las heridas





FEDERICO GARCÍA LORCA
El amor duerme en el pecho del poeta

Tú nunca entenderás lo que te quiero
porque duermes en mi y estas dormido.
Yo te oculto llorando, perseguido
por una voz de penetrante acero.

Norma que agita igual carne y lucerot
raspasa ya mi pecho dolorido
y las turbias palabras han mordido
las alas de tu espíritu severo.

Grupo de gente salta en los jardines
esperando tu cuerpo y mi agonía
en caballos de luz y verdes crines.
Pero sigue durmiendo, vida mía.
Oye mi sangre rota en los violines!
Mira que nos acechan todavía!


FEDERICO GARCÍA LORCA
El poeta dice la verdad

Quiero llorar mi pena y te lo digo
para que tú me quieras y me llores
en un anochecer de ruiseñores
con un puñal, con besos y contigo.

Quiero matar al único testigo
para el asesinato de mis flores
y convertir mi llanto y mis sudores
en eterno montón de duro trigo.

Que no se acabe nunca la madeja
del te quiero me quieres, siempre ardida
con día, grito, sal y luna vieja:

Que lo que me des y no te pida
será para la muerte, que no deja
ni sombra por la carne estremecida.


BENJAMÍN LEÓN
Poema 13

Vengo de haber perdido todo.
De haber llorado esquinas y lugares,
espacios del amor.
Vengo desde una edad dolida,
del miedo y de las horas,
de un tenebroso mar
que agita la memoria y tu palabra.
Vengo del frío,
de tu paloma muerta,
del laberinto indómito del cuerpo
y de tu piel,
de un tigre que se arroja
al peso del olvido.
Vengo desde la noche,
desde el silencio abierto de los astros
y de las puertas
que antaño se entreabrían.
Porque en tu corazón no queda instancia,
solo herrumbrados barcos
y paisajes que mueren de abandono.



PABLO DE ROKHA
Cantar
Te busqué en los mares,
te busqué en las tierras,
¡no te ha visto nadie
y todo lo llenas!

Rumbo de la vida,
ilusión cansada
¿en qué pueblo habitas
y cómo te llamas?

¡Seguir caminando
sin ver el camino!
¡Llorar lo pasado
y lo no venido
con el mismo llanto...!

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2 Comments:

Blogger Benjamín León said...

Me alegra mucho que retomaras esto de tu antología, Clara. Te dejo un saludito con cariño desde mi ausencia, espero que estés bien, saluditos para ti,

abrazos, B.

11:10 pm  
Blogger Carlos said...

Respondo a su pedido con dos de Almudena.

HOY ERA LA ÚLTIMA TARDE...

Hoy era la última tarde.
Usted no paraba de hablar
-lo hubiese matado-
y a mí me ardían las uñas cuando nos despedimos
en la parada del autobús.
Ni un sólo beso.

ESTO VA A VENIRSE ABAJO...

Esto va a venirse abajo
de un momento a otro
y usted lo sabe.
El amor ya no es un templo griego
sino algo parecido a un desastre de líneas
oblicuas que aprisionan todo intento de lluvia.
Y es gris. Tan gris como esta perspectiva de furias
que se nos viene encima.

Un beso.

4:51 pm  

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